Las personas dedicadas al fisicoculturismo, necesitan de una serie de vitaminas y minerales incluidas en una dieta diaria, no sólo para aumentar la masa muscular, sino para mantenerla de una forma adecuada. Según expertos, los ejercicios exigentes de musculación pueden incrementar en cierta forma la necesidad de usar ciertos nutrientes. De esta forma, la vitamina E es una de estos nutrientes, puesto que permite al cuerpo utilizar de forma eficaz el oxígeno disponible, así como también fortalece la resistencia física y mejora el sistema circulatorio.
Cabe destacar que ‘vitamina E’ es un nombre que reúne a un grupo de antioxidantes solubles en grasa. Estos antioxidantes son muy importantes dentro de la dieta, esto por su contribución en la protección del cuerpo ante efectos dañinos de los radicales libres. A su vez, estos radicales libres son capaces de provocar condiciones potencialmente mortales, así como el cáncer y la enfermedad del corazón. Aquí es donde entra en función la vitamina E, ayudando a brindar al cuerpo el oxígeno necesario para mantenerse físicamente activo.
Dosis recomendada
Aunque la dosis dependerá de diversos aspectos, por lo general, puede ser recomendado el consumo de 15 miligramos (mg) o 22,4 unidades internacionales (UI) por día.
Vitamina E en el fisicoculturismo
Si dentro de una dieta diaria, es incluido el suplemento adecuado de vitamina E, se incrementan las posibilidades de alcanzar y mantener una resistencia correcta para el desarrollo de todas las actividades propias del fisicoculturismo. Asimismo, muchos han afirmado que una deficiencia de esta vitamina, puede reducir la circulación sanguínea, afectando la capacidad de reproducir sangre en el cuerpo, algo que también afecta la propiedad de aumentar la masa muscular, y por ende, a alcanzar los objetivos en esta disciplina.
Alimentos fuente de vitamina E
- Aceites vegetales, como en el caso de los aceites de germen de trigo, girasol y cártamo, que se ubican entre las fuentes más ricas en vitamina E. De la misma forma, los aceites de maíz y soja también aportan una buena dosis de vitamina E.
- Frutos secos como maníes, avellanas y especialmente las almendras; así como las semillas de girasol, que también son consideradas las mejores fuentes de vitamina E.
- Hortalizas de hoja verde, por ejemplo, la espinaca, el brócoli y otras ricas en vitamina E.
- Determinados cereales para el desayuno, jugos de futa, margarinas, productos para untar, entre muchos otros alimentos que son fortificados con vitamina E agregada.
En cualquier caso, siempre es aconsejable leer la etiqueta del producto antes de consumirlo, especialmente para conocer si dicho alimento posee un aporte de vitamina E.
Consideraciones
Si piensas que no estás consumiendo la cantidad conveniente de vitamina E dentro de tu dieta, es recomendable que puedas consultar con un médico especialista sobre un suplemento vitamínico que pueda complementar dicha dieta. Un suplemento de vitamina E es capaz de ayudarte a alcanzar la ingestión recomendada de este vital nutriente.
Aunque por el contrario, también es importante recordar que no se deben tomar en exceso la vitamina E sin antes haber consultado a un experto. Las dosis altas de vitamina E obtenidas de suplemento, pueden llegar a causar una hemorragia u otros efectos secundarios. Por esto, ciertas entidades de la salud sugieren un límite máximo de 1.000 mg por día.
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