L-Arginina: beneficios en el fisicoculturismo

La L-Arginina es un aminoácido semi-esencial o no esencial condicional, lo que quiere decir que no es necesario para una dieta saludable. Además, pese a que es considerado un aminoácido no esencial porque el propio cuerpo humano puede producirlo, en ocasiones es necesaria su suplementación, especialmente para aquellas personas atletas y fisicoculturistas.

Así mismo, las fuentes dietarias de L-Arginina incluyen trigo, nueces, semillas, productos lácteos, aves de corral, carnes rojas, así como pescado. Todos los beneficios de esta sustancia se derivan de su papel en la síntesis de proteínas y en su función como precursor del óxido nítrico, un vasodilatador potente. Por motivos como estos, la L-Arginina es importante para diversas funciones celulares, desarrollo de masa muscular y para tratamientos contra la disfunción eréctil, angina, hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca congestiva.

Beneficios de la L-Arginina

Crecimiento de la masa muscular

La L-Arginina ayuda grandemente en el crecimiento de la masa muscular debido a que es un aminoácido importante en la síntesis de la mayor parte de las proteínas. Al mismo tiempo en que se aumenta la masa muscular, la L-Arginina también trabaja como señal de las células musculares, fomentando la liberación de la hormona de crecimiento, y promoviendo el metabolismo de las grasas.

Uno de los excelentes resultados que proporciona la L-Arginina, es la tonificación óptima de la masa muscular magra, algo que es muy buscado por los fisicoculturistas. Entonces, al momento de eliminar la grasa acumulada por debajo de la piel, así como promover el crecimiento de los músculos, la L-Arginina contribuye grandemente en la mejoría de tu condición física, además de incrementar la fuerza que se necesita en este tipo de disciplinas como lo es el fisicoculturismo.

Vasodilatación y resistencia

La L-Arginina sirve como precursor del vasodilatador, óxido nítrico, donde este aminoácido promueve la resistencia y el condicionamiento muscular. Cuando el óxido nítrico es liberado, éste se encarga de ensanchar los vasos sanguíneos a través de la relajación de los músculos de sus paredes. Acción que sirve para disminuir la presión arterial e incrementar el flujo sanguíneo hacia los músculos durante determinada actividad física.

Por otro lado, el flujo sanguíneo incrementado, también influye en un adecuado suministro de oxígeno y nutrientes esenciales hacia la masa muscular, y durante un tiempo más prolongado. Con esto puedes reducir el daño muscular, así como también promover la curación, y brindar el máximo rendimiento posible de los mismos.

Mejoramiento del sistema inmune

Este aminoácido contribuye en mantener la salud en general, a través de su ayuda al sistema inmune. La L-Arginina absorbe los radicales libres e incrementa la efectividad de las células del sistema inmune. Debido a que el fisicoculturismo suele someterte a un estrés físico repetitivo, así como incrementa las posibilidades de contraer infecciones y sufrir daños musculares, es importante mantener reforzado el sistema inmune.

Suplementación recomendada para fisicoculturistas

Pese a que no existe una dosificación estándar recomendada para fisicoculturistas en L-Arginina, suele recomendarse la ingesta de 2 a 30 g diarios. Sin embargo, para prevenir posibles efectos secundarios como náuseas, diarrea o debilidad, es importante empezar con dosis bajas de 3 a 5 g diarios, esto antes y después de la actividad física.

Luego de la primera semana, puedes incrementar a un punto donde los beneficios se maximicen y los efectos secundarios sean reducidos. Los suplementos de L-Arginina deben tomarse en ciclos, discontinuando el régimen a los dos meses, para luego retomarlo al cabo de otros dos meses. Pese a todo esto, siempre se recomienda la supervisión de un profesional.