El magnesio es un metal alcalino terroso, que representa el segundo catión más importante en el sector intracelular, después del potasio, y es el quinto mineral por su abundancia en tu organismo. Este es un mineral abundante en la corteza terrestre, así como en el cuerpo humano. Cabe destacar que no se encuentra en la naturaleza en estado libre (como metal), sino más bien formando parte de diversos compuestos, en su mayoría óxidos y sales; es insoluble.
El magnesio supone el 0,05% del peso total del organismo, y puedes encontrar aproximadamente el 70% del mismo en los huesos, combinándose con el fosfato y el bicarbonato. Además, una quinta parte del magnesio en el organismo está presente en los tejidos blandos, esta vez unido a proteínas. Incluso cuando el propio organismo nota que se encuentra por debajo de sus límites en contenido de magnesio, reacciona con la reducción de su excreción por vía intestinal y renal.
Otro detalle importante, es que el magnesio participa en la transmisión de los impulsos nerviosos, en la contracción y relajación de músculos, en el transporte de oxígeno a nivel tisular, y participa activamente en el metabolismo energético. La absorción del mismo, se efectúa a nivel intestinal y los elementos de la dieta que compiten con su nivel de absorción, son precisamente el calcio, fósforo, oxalato, las fibras y algunos ácidos grasos.
Funciones del magnesio
- Es importante para el metabolismo del calcio, fósforo, sodio, potasio y de la vitamina C.
- Es necesario para el funcionamiento adecuado de los sistemas muscular y nervioso.
- El magnesio regula el ritmo cardíaco.
- Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Ayuda a regular la temperatura corporal.
- Contribuye en el mantenimiento y reparación de células y tejidos.
- Ayuda a luchar contra el estrés.
- Mantiene normalizados los niveles de colesterol.
- Contribuye en la producción de energía.
- Participa en la duplicación del ADN.
- Interviene en la distribución de minerales a través de las membranas celulares.
- Mejora las funciones intestinales, ayudando en la evacuación regular de las heces.
- Previene partos prematuros.
- Participa en el equilibrio hormonal, disminuyendo dolores premenstruales.
- Actúa sobre el sistema neurológico contribuyendo al sueño y la relajación.
- Ayuda a neutralizar el ácido estomacal.
- Mejora la circulación y estado delos nervios, facilitando la audición.
Consecuencias del déficit de magnesio
- Calambres, espasmos, entumecimiento muscular y temblores.
- Convulsiones y epilepsia.
- Incremento de probabilidades de formar depósitos de calcio en vasos sanguíneos, riñones y corazón.
- Debilidad muscular.
- Excitabilidad nerviosa.
- Riesgo de padecimiento de accidentes cardiovasculares.
- Latidos cardíacos rápidos.
- Estreñimiento.
- Pérdida del apetito.
- Confusión mental.
- Falta de concentración y reflejos.
- Alteraciones de la conducta.
- Síntomas de esquizofrenia.
- Tendencias suicidas.
- Náuseas.
- Apatía.
Precauciones con el magnesio
El magnesio puede interactuar negativamente con:
- Antibióticos aminoglucósidos.
- Antibióticos de quinolona.
- Antibióticos de tetraciclina.
- Medicamentos para la presion arterial alta.
- Píldoras de agua (diuréticos ahorradores de potasio).
- Relajantes musculares.
- Ácido málico.
- Vitamina D.
Toxicidad del magnesio
En dosis altas, sobre todo si el consumo de calcio es bajo y el de fósforo es alto, el magnesio puede ocasionar:
- Hipertensión arterial.
- Problemas cardíacos.
- Náuseas.
- Entrada en coma (en casos graves).
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