Cloruro de zinc: ¿Qué es y para qué sirve en la salud?

El cloruro de zinc es un producto químico versátil, diseñado para contribuir en diferentes aspectos de la vida cotidiana de las personas. Este producto fácilmente se obliga al agua, algo conocido como higrometría, por lo que resulta ser un compuesto importante para mantener la pureza del agua.

Según la Administración Federal de Drogas, el cloruro de zinc para la salud, es un medicamento recetado inyectable, que debe ser administrado únicamente por un profesional de la salud. El cloruro de zinc proporciona al cuerpo diferentes beneficios propios del zinc, que es un metal traza esencial en el proceso de cicatrización, también contribuye en promover un sistema inmunológico saludable.

La deficiencia de este mineral, puede ser relacionada con retraso del crecimiento, aparición de malestares como diarrea aguda en niños, así como la susceptibilidad a la infección. Además, debemos mencionar que mientras el cloruro de zinc únicamente se encuentra disponible bajo receta médica, otros tipos de suplementos de zinc, como en el caso del gluconato de zinc, están disponibles sin receta médica, como un complemento oral.

El zinc en el sistema inmunológico

El zinc es un mineral que ayuda a promover un sistema inmunológico saludable, más aún gracias a algunos estudios realizados, mismos que han encontrado que el zinc posee una función muy importante dentro de la producción y la regulación de las células T, células B y las células asesinas naturales, que son parte integrante de la capacidad del cuerpo humano, para combatir infecciones, así como para rechazar los virus y tumores.

Un individuo con deficiencia de zinc, puede encontrarse con un riesgo mayor de infección, donde además, su tiempo de curación de heridas puede ser más lento de lo normal. Así mismo, otros estudios revelan que el suplemento de zinc o el zinc y antioxidantes, pueden reducir significativamente la incidencia de la degeneración macular avanzada, relacionada con la edad o pérdida de visión, debido a la edad de las personas.

Asimismo, mientras el zinc puede contribuir en la reducción de la incidencia de la degeneración macular avanzada, los científicos aún deben encontrar un vínculo entre el zinc y las primeras etapas de AMD, por lo que únicamente pudiese servir para prevenir la degeneración más en pacientes que ya no sean susceptibles de AMD.

Zinc para la protección de órganos

Por lo general, la exposición a metales pesados como el mercurio, puede ser tóxico para el hígado. En este sentido, algunas investigaciones afirman que el zinc puede ser capaz de reducir este efecto. En estas investigaciones, se utilizaron ratones de laboratorio con bajos niveles de mercurio y zinc durante 12 semanas. Luego de este tiempo, se pesaron y examinaron los hígados de cada animal, encontrándose que los ratones tratados con zinc y mercurio, poseían hígados semejantes a los de control, mientras que los ratones que solo recibieron mercurio, sufrieron de hinchazón y envenenamiento de hígado.

Desventajas del zinc

El zinc reacciona con quinolona y antibióticos de tetraciclina en el tracto intestinal, por lo que resulta que ni los antibióticos ni el zinc son absorbidos en el cuerpo. El zinc, se ha demostrado que reacciona de forma similar con algunos fármacos para la artritis. Además, así como sucede con muchos suplementos, la ingesta desmedida de zinc puede afectar negativamente al organismo. En estos casos, el nivel máximo de ingesta de zinc es de 40 mg por día para un adulto promedio.