Los triglicéridos, al igual que el colesterol, son lípidos que circulan por la sangre, y de los que es necesario vigilar sus niveles. Para prevenir que se disparen, es conveniente conocer la predisposición genética a sufrir hipertrigliceridemia y realizar ejercicio de forma habitual y pautada.
Los beneficios de una actividad física complementan a los de una dieta y correcta elección de alimentos, que ayudan a tener los triglicéridos a raya. En este sentido, a continuación realizamos un repaso en la alimentación para triglicéridos elevados, especialmente para que puedas conocer qué tipos de alimentos pueden ayudarte en este tipo de situaciones, así como algunos otros aspectos que debes conocer.
Consejos dietéticos para triglicéridos elevados
Desde la Fundación Española del Corazón, recalcan la importancia de una buena dieta, sobre todo con menos cantidad de grasas saturadas y de mayor calidad, límite de azúcares, eliminación del alcohol, entre otros. En términos de alimentación, mientras se logran lo índices saludables, y con la intención de que la siguiente lista se introduzca permanentemente en los hábitos, hay que ser riguroso en su cumplimiento.
5 comidas diarias
El exceso de consumo de calorías en una sola comida se convierte en triglicéridos que se transportan al tejido adiposo para su almacenamiento. Por otro lado, determinadas hormonas regulan la liberación de triglicéridos del tejido adiposo para satisfacer las necesidades energéticas entre las comidas. Por esto, es fundamental regular la ingesta de comidas durante el día, distribuyendo la energía en varias tomas para evitar ayunos inconvenientes y llegar a la siguiente comida con hambre exagerada.
Verduras y hortalizas
El consumo de verduras y hortalizas debe ser variado y en multitud de colores, y con preferencia por las de temporada. Debes incluir estos alimentos en todas las comidas del día. Con la fruta cabe ser muy prudente, debido a su riqueza natural en azúcares. El organismo no distingue la naturaleza de los azúcares, y también convierte en triglicéridos a los que proceden de la fruta.
Carne blanca y sin piel
Las carnes rojas son una fuente de aminoácidos esenciales y de hierro, pero su consumo debe estar limitado, porque también son una fuente considerable de grasas y colesterol. En su lugar, opta por consumir carnes blancas y sin piel, como la de pollo, pavo, entre otros.
Legumbres y cereales
Las legumbres y cereales de grano entero deben combinarse e incluirlos tres veces por semana. Esta es una fuente reconocida de proteína vegetal que sustituye a la proteína animal, asociada por naturaleza a grasa saturada y colesterol, componentes inconvenientes en caso de sufrir hipertrigliceridemia.
Lácteos
Es preferible optar por lácteos bajos en grasa. También es muy recomendable mantenerse alejado de mantequillas y natas.
Snacks
Los snacks, golosinas, bollería y demás chucherías son fáciles de evitar, suman muchas calorías y grasas, y en general, contienen grasas trans, las peores para la salud del corazón y las arterias.
Pescado
Los expertos recomiendan comer pescado cuatro veces a la semana, especialmente los pescados azules, más ricos en omega 3 y, a ser posible, pequeños, pues están menos contaminados: sardinas frescas o en conserva de aceite de oliva, anchoas, boquerones, verdel o caballa, entre otros.
Frutos secos
Un puñado de frutos secos al día, de nueces, es mejor. Según estudios, los frutos secos y el aceite de oliva virgen son dos componentes imprescindibles en la alimentación para triglicéridos elevados.
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