Muchas personas, tras tomar un vaso de leche o producto lácteo, pueden comenzar a sentir malestares estomacales, por ejemplo. Es posible que estas personas tengan algo que se conoce como intolerancia a la lactosa, es decir, una alteración digestiva que está presente en millones de personas de todas partes del mundo.
Cuando alguien no se siente bien después de tomar un vaso de leche o consumir algún lácteo, debe tener en cuenta que puede ser intolerante a la lactosa. Si este es tu caso, es probable que pienses en abandonar todo producto lácteo; sin embargo, no necesariamente debe ser así, ya que existen bastantes opciones al respecto. En esta ocasión conoceremos el queso sin lactosa para intolerantes, sobre todo las mejores alternativas a disfrutar.
Queso sin lactosa para intolerantes
Cada vez hay más opciones en quesos en el super y en los mercados, mismos que están fabricados sin lactosa desde un comienzo o bien que se les aplica técnicas para eliminarla en el proceso de fabricación.
Quesos curados
En los quesos curados hay muy poca lactosa o prácticamente nada, hasta el punto de resultar fácilmente digestibles. Por supuesto, no todos los quesos son iguales y el nivel de curación tampoco lo es; de hecho, ante la duda y depende de las consecuencias que tenga tu consumo de lactosa, se recomienda no probarlos sin consultar al médico.
El simple hecho de la maduración de un queso hace que se vaya secando, es decir, se va evaporando el suero lácteo que es el que tiene la lactosa y aumenta la concentración de grasas. De esta forma, disminuye paulatinamente la concentración de lactosa. Se recomienda buscar los quesos madurados artesanalmente, ya que de forma natural aumentan la reducción de esa lactosa.
Quesos fermentados
Probablemente en algún sitio hayas leído que el queso suizo no tiene lactosa de forma natural. Y claro, el queso emmenthal, por ejemplo, es suizo, aunque según algunas pruebas, tiene lactosa. Y claro, es que este queso que de forma comercial se llama así, poco o nada tiene relación con un verdadero queso suizo. Estos quesos contienen leche pasteurizada que no tiene nada que ver con el proceso de fermentación de un queso original.
Los quesos suizos y otros tipos de quesos, por el contrario, se someten a una fermentación inicial de la leche que hace que la lactosa se descomponga en otros elementos. Posteriormente, el queso sigue con una formación y maduración similar a otros. Esto hace que la cantidad de lactosa sea muy inferior.
En cualquiera de los casos, si eres intolerante a la lactosa, es recomendable suprimir de la dieta cualquier tipo de alimento que tenga lactosa, pero es bueno saber que determinados alimentos, como los quesos curados artesanalmente o los fermentados y, por supuesto, los quesos sin lactosa que se venden de forma comercial, son una alternativa muy útil y válida.
Cabe destacar que el queso sin lactosa para intolerantes, al igual que la leche sin lactosa, representa diversos beneficios, ya que gracias a ellos muchas personas pueden continuar su vida sin preocupaciones. Además, son productos de gran sabor para consumir y también para la preparación de diferentes platos.
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