La vitamina C o también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina soluble al agua, es decir, hidrosoluble. Este es un suplemento muy popular gracias a su propiedad antioxidante, su bajo costo y la seguridad en su uso. Esta vitamina es utilizada como suplemento para calmar los síntomas del resfriado común, entre otros padecimientos que afectan al cuerpo, sobre todo en relación al sistema inmunológico.
Se requiere de vitamina C para la formación de colágeno, aunque esta vitamina también ayuda a reducir en un 8 a 14% la duración de un resfriado común. La vitamina C puede actuar como un antioxidante o un pro-oxidante, según como el cuerpo lo requiera. El ácido ascórbico es utilizado como fármaco de referencia para los estudios sobre antioxidantes. De esta forma, las interesantes propiedades de la vitamina C hacen de su uso muy importante dentro de la salud, por lo que es necesario obtener sus cantidades adecuadas diariamente.
Cómo tomar vitamina C
La dosis recomendada de vitamina C al día es de 100 a 200 mg. Esto se adquiere fácilmente a través de la dieta, raramente se necesita tomar tan pequeña dosis en forma de suplemento. Aunque si deseas fortalecer el sistema inmune (atletas únicamente) o disminuir el tiempo que dura un resfriado, puedes necesitar hasta 2.000 mg de vitamina C, siempre bajo la recomendación del médico para evitar inconvenientes por el exceso.
Propiedades de la vitamina C
Ayuda a la circulación de la sangre y a disminuir el colesterol
La vitamina C mejora la circulación sanguínea en situaciones donde existe dificultad para la misma, como en el caso de obesos, fumadores, diabéticos, entre otros. Esto puede deberse a la preservación de óxido nítrico. Además, algunas investigaciones señalan que ayuda a bajar el colesterol LDL, aunque faltan pruebas contundentes.
Ayuda en el tratamiento de enfermedades respiratorias e infecciones bacterianas
Pese a que no está comprobado en totalidad que reduzca el resfriado común, sí se ha observado una reducción en la duración del mismo en un 8 a 14%. Otros estudios indican que, en personas que realizan actividades físicas extremas (maratonistas, por ejemplo), ayuda a reducir el riesgo de contraer enfermedades.
En mujeres en menopausia, la vitamina C puede calmar los síntomas típicos como los sofocos, ya que ejerce un aumento en la producción de estrógenos. También posee una acción positiva sobre el tránsito intestinal, donde actúa como un laxante natural, por lo que se recomienda para personas que sufren de estreñimiento.
Previene la pérdida de tejido óseo y evita el envejecimiento prematuro
La vitamina C ayuda a evitar la pérdida de tejido óseo en personas de la tercera edad. También incrementa las enzimas antioxidantes, por lo que puede ayudar a evitar el daño producido por el estrés oxidativo, esto puede prevenir el envejecimiento prematuro.
Es útil en el desempeño deportivo
Esta vitamina puede ayudar a evitar el daño oxidativo y el daño al músculo durante el ejercicio intenso. Incluso, ayuda a evitar el dolor de los músculos luego de un día lleno de ejercicio. El uso de vitamina C en el rango de 1.500 a 2.000 mg antes de hacer ejercicio de corta duración, reduce los picos de cortisol. Sin embargo, esto no parece tener un efecto significativo en el desempeño deportivo.
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