La sandía: propiedades y beneficios

La sandía no sólo es una fruta muy deliciosa y refrescante, además de excelente opción para hidratarte durante un día de calor, sino también es un alimento lleno de nutrientes beneficiosos para el organismo. La sandía contiene vitamina C, vitamina A, potasio y magnesio, entre otros nutrientes fundamentales para una buena salud.

Además, las sandías poseen licopeno y beta caroteno, dos sustancias que tienen un gran poder para reducir el riesgo de cáncer. El contenido de licopeno, beta caroteno y otros antioxidantes aumenta conforme la sandía madura, por lo que para obtener la mejor nutrición, es necesario comer sandía bien madura. Por todo esto, es interesante conocer la sandía: propiedades y beneficios para la salud.

Propiedades y beneficios de la sandía

Para el corazón:

Estudios han encontrado que la sandía ayuda a combatir la acumulación de placa en las arterias, que pudiese provocar un ataque al corazón. La sandía contiene citrulina, misma que se transforma en arginina, dos aminoácidos que pueden ayudar a mantener las arterias, el flujo sanguíneo y la función cardiovascular en general.

La arginina y la citrulina son necesarias para la producción de óxido nítrico, el que desempeña un papel importante en el mantenimiento de la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos. Por otro lado, el potasio en la sandía ayuda a regular los líquidos en el cuerpo.

Bajar de peso:

La sandía es baja en grasa y calorías, aportando sólo 30 calorías por cada 100 gramos de fruta, pero es rica en diversos fitonutrientes y antioxidantes que son esenciales para una salud óptima. Asimismo, la sandía es una fruta diurética, por lo que es un excelente medio para eliminar toxinas en el cuerpo y reducir la hinchazón.

Para los ojos:

La sandía: propiedades y beneficios incluye un rico contenido en beta caroteno, el que se convierte en el organismo en vitamina A. Esta vitamina ayuda a producir los pigmentos en la retina del ojo y protege contra la degeneración macular relacionada con la edad. También previene la ceguera nocturna, y gracias a su contenido en vitamina C, un poderoso antioxidante, puede reducir el riesgo a desarrollar cataratas.

Contra la inflamación:

La sandía tiene potencial para reducir la inflamación crónica, la que se sospecha es la causa de enfermedades como el asma, la diabetes, la artritis, la enfermedad coronaria y ciertos tipos de cáncer. La sandía posee un alto contenido en elementos antioxidantes, con el objetivo principal de viajar por todo el cuerpo buscando a los radicales libres y destruirlos. Los radicales libres suelen encontrarse, principalmente, en los rayos del sol, el oxígeno que respiras y también en la contaminación ambiental.

Para los atletas:

La sandía es la fruta preferida por los atletas, especialmente por sus propiedades para calmar la sed. Normalmente, los atletas se comen una sandía o beben un vaso de jugo de sandía un día antes de someterse a actividades intensas, ya que la sandía es capaz de mejorar la condición física y mental. Un estudio ha demostrado que beber jugo de sandía antes de un entrenamiento intenso ayuda a reducir el ritmo cardíaco y el dolor muscular al día siguiente.