En muchas ocasiones se ha dicho que el consumo de cerveza es perjudicial para la salud, especialmente en relación al aumento de peso corporal con la llamada ‘barriga cervecera’. Pero ¿realmente la cerveza por sí sola hace engordar? Existen investigaciones que revelan que este mito es falso, y no sólo eso, sino que además, se afirma que beber dos vasos de cerveza al día es recomendable para quienes sigan una dieta mediterránea y realicen algo de ejercicio. Es decir, la cerveza no sólo no engorda, sino que reduce el riesgo de diabetes e hipertensión.
Según estos estudios, la denominada ‘tripa cervecera’ no es más que un mito, ya que la culpa en sí no la tiene la propia cerveza, sino el alcohol contenido en la misma y la comida chatarra que suele tener mucha sal y, en la gran mayoría de ocasiones, acompaña el ritual de ingerir esta bebida. Así que, para contestar la pregunta de ¿la cerveza engorda el abdomen? A continuación presentamos información muy importante.
Cabe recordar que la cerveza es una de las bebidas preferidas de muchas personas, especialmente cuando el calor aprieta, se convierte en un buen revulsivo contra sus efectos. Además, la cerveza es una bebida que el ser humano ha venido consumiendo desde hace siglos. Ésta se obtiene a partir de la cebada, una materia prima natural que aporta diferentes beneficios al organismo. Pero siempre se ha achacado a la cerveza que su consumo hace engordar.
Según los expertos, una caña de cerveza solamente tiene 90 calorías, por lo que es una bebida muy ligera en comparación con otras que también suelen ser de consumo habitual y que no tienen una mala fama muy marcada, a pesar de aportar más calorías. En este sentido, la cerveza no sólo no posee un alto valor calórico, sino que además es una importante fuente de nutrientes beneficiosa para el organismo.
Es necesario destacar el alto contenido de vitaminas del grupo B en la cerveza, vitaminas que son necesarias para el buen estado y desarrollo de los tejidos corporales. Asimismo, contiene altas dosis de ácido fólico. Entonces, es una bebida que mejora la circulación sanguínea, ayuda a conseguir un correcto desenvolvimiento del aparato digestivo y además, es un buen diurético.
Es cierto que la cerveza es una bebida alcohólica y esta puede ser la razón por la que ha adquirido una mala fama, ya que el alcohol es una importante fuente de calorías que afectan al organismo de forma diferente al resto. El proceso de asimilación del alcohol tiene lugar en el hígado, quien al procesarlo libera una sustancia conocida como acetato, que el organismo quema para obtener energía. Este proceso hace que no consumas las reservas de grasa del cuerpo para recibir energía, lo que conlleva a que éstas terminen por acumularse y haciendo que engordes o empeores tu salud.
Por este motivo, la cerveza con alcohol consumida en exceso, sí puede significar un gran problema para la salud. Desde luego, su consumo moderado es totalmente beneficioso; es más, es una de las bebidas más recomendadas para consumir durante una comida, en lugar de refrescos carbonatados que sólo aportan calorías vacías. Eso sí, si deseas evitar la ingesta de alcohol a la hora de beber cerveza, opta por las cervezas elaboradas a partir de la malta, que aportarán beneficios similares dejando de lado el alcohol y los efectos de su abuso en el organismo.
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