La obesidad y la grasa abdominal no guardan ninguna relación con el consumo del pan, según un estudio científico realizado por investigadores profesionales. Comer pan de grano entero no contribuye de ningún modo al aumento de peso, sin embargo, con respecto a los hábitos alimenticios que incluyen pan refinado, algunos estudios aseguran una posible relación con el exceso de grasa abdominal. Además, expertos aseguran que para adelgazar no es necesario abandonar el pan, sino moderar la ingesta de grasas.
Se suele pensar que el pan es un alimento que engorda, por lo que muchos se alejan de su objetivo de aplanar el abdomen. Pero hay que saber que el pan no sólo tiene un alto contenido calórico sino que es muy bajo en grasas, que son las principales en hacer engordar. De hecho, de las calorías del pan, más del 80% son hidratos de carbono, por lo que los hidratos de carbono se metabolizan rápidamente y no suelen almacenarse en forma de reserva si se realizan ejercicios físicos constantes.
La ingesta de pan reduce enfermedades
Las personas que consumen tres o más porciones de alimentos ricos en cereales integrales, tienen entre un 20 y un 30% menos de posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. De su contenido calórico del pan, las grasas ocupan sólo el 5%, una medida realmente baja tomando en cuenta que las calorías totales ya son bastante bajas, e igualmente con un poco de ejercicio aeróbico es fácil eliminar estas grasas entes de que sean almacenadas en el organismo.
Es momento de que termine el mito de que el pan engorda, todo lo contrario. El consumo del pan, acompañado de ejercicios, favorece el adelgazamiento y educe las posibilidades de padecer de enfermedades cardiovasculares. Una dieta rica en pan, especialmente en el caso del integral, puede favorecer a la disminución del peso y el índice de masa corporal. Por ello comer pan no tienen nada que ver con el aumento de peso.
El pan es un alimento básico en la dieta y una fuente importante de hidratos de carbono, fibra, vitamina del grupo B y minerales. Por medio de estudios de grandes cohortes, se ha comprobado que el consumo del pan y de productos basados en cereales integrases, está relacionado con la disminución de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Además, los nutricionistas indican que los hidratos de carbono son importantes para la salud, por tanto, una persona debe consumir entre 50 y 200 gramos diarios de pan. Un consumo habitual de 200 gramos aporta el 22% de la energía total diaria que necesita el organismo.
Es importante recordar que en la vida, la mayoría de las calorías necesarias vienen de parte de los hidratados de carbono, por lo que el pan se encuentra en la base de la pirámide alimenticia. Incluso el pan puede ser mezclado con diferentes tipos de cereales integrales que brindan fibras esenciales para regularizar el organismo y ayudar a las personas a perder peso con rapidez.
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