La hernia de hiato se considera como una enfermedad estomacal que afecta a un buen porcentaje de la población de edad adulta, afectando en su mayor parte a las personas que tienen sobre peso y obesidad. Esto se debe a que el esófago se encuentra comunicado con el estómago por medio de una serie de músculos que tienen el fin de que los ácidos no puedan pasar a otros órganos. Ya que si estos músculos se debilitan, entonces los ácidos podrán salir del estómago y dirigirse al esófago, lo que puede causar dolor e inflamación penetrando el abdomen.
Si eres una persona que padece obesidad o sobrepeso se está aumentando la presión que ejerce el cuerpo sobre el abdomen por lo que estos dos factores son demasiado críticos para poder desarrollar la enfermedad. Siendo otra de las causas frecuentes la tos violenta, los vómitos por períodos largos. En la mayoría de los casos con una dieta adecuada y sin tener la necesidad de fármacos, logrando reducir o eliminar las molestias.
Dieta a emplear para la hernia de hiato
- Poder llevar a cabo una alimentación saludable y con un buen aporte energético que pueda dar acceso de una forma progresiva a la normalidad en cuanto al sobrepeso y la obesidad.
- Contar siempre con una tolerancia individual para poder hacer que la dieta sea mucho más variada y completa.
- Algunos alimentos pueden producir molestias, siendo lo ideal para ese caso suprimirlos durante un tiempo establecido y probar de nuevo más adelante. No es necesario que se limite la dieta durante más tiempo o más de lo indicado.
- Poder distribuir la alimentación en cinco o más comidas durante el día, para que de esa forma se pueda reducir el volumen por cada una de ellas, sin dejar más de 3 horas son comer o beber algo.
- No se deben hacer comidas abundantes, pesadas o copiosas, se tiene que comer de forma lenta y masticar muy bien.
- No se tiene que comer alimentos sólidos o líquidos antes de ir a la cama, dejando pasar por lo menos dos horas.
- Tomar en menor cantidad o de forma ocasional los alimentos grasos, así como evitar los muy salados o en escabeche.
- Se deben evitar las salsas muy grasientas, elaboradas con yemas, exceso de aceite, nata, queso.
- Evitar lo que se pueda los alimentos que estimulen la secreción gástrica como lo es el café y el alcohol.
- Se debe sustituir el café y el té por achicoria, malta o por las infusiones suaves. Con excepción de menta piperita, que hace a que se relaje el esfínter del esófago facilitando de esa forma el flujo gástrico.
- Se debe permitir el consumo moderado de las bebidas alcohólicas de baja graduación, ya sea durante o después de las comidas principales.
- Los derivados del tomate y el zumo de los cítricos en cierta parte suelen ocasionar una serie de molestias, que en cuyo caso, se puede asegurar el aporte de vitamina C, tomando en su lugar mandarinas dulces o frutos tropicales maduras.
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