Dieta para el hígado graso

 

El hígado graso o también conocido como esteatosis hepática, es una acumulación de grasa (ácidos grasos y triglicéridos) en las células del hígado (hepatocitos). Se asocia con el sobrepeso u obesidad, diabetes, triglicéridos y niveles de colesterol elevados, así como con el consumo de alcohol. Esta enfermedad suele afectar más a mujeres que a hombres. Existe la esteatosis alcohólica relacionada con el consumo de alcohol, así como la esteatosis no alcohólica. El hígado graso es causado por la ingesta de más calorías de las que el cuerpo necesita.

Estas calorías en exceso se convierten en grasa y se acumulan en el hígado. Otros mecanismos que pueden afectar esta enfermedad son la resistencia a la insulina, el estrés oxidativo y la liberación de citoquinas. Las personas con hígado graso generalmente no tienen síntomas, aunque pueden experimentar fatiga crónica, dolor en la parte superior derecha del abdomen, malestar general y sensación de pesadez tras las comidas. Para evitar que se convierta en cirrosis, es necesario seguir una dieta para el hígado graso, siempre bajo la supervisión de un experto.

Cómo es la dieta para el hígado graso

Las personas que sufren de hígado graso deben seguir una dieta adecuada y acorde a sus necesidades individuales. En este caso, si necesitas perder peso, la dieta debe ser baja en calorías y balanceada. Es importante evitar las grasas de las comidas, sobre todo las grasas visibles como natilla, queso crema, aceite, mantequilla, mayonesa, paté, achiote, nueces, entre otras. Las comidas deben ser preparadas al vapor, a la plancha, al horno, asadas o utilizar aceite en spray preferiblemente.

Dieta para el hígado graso

En muchas ocasiones se recomienda la ingesta de suplementos de vitamina E, especialmente para contrarrestar el daño que puede llegar a ocasionar esta enfermedad en el hígado. Asimismo, existen alimentos que sí pueden formar parte de una dieta para el hígado graso, mientras que otros están totalmente prohibidos como:

Alimentos permitidos:

  • Leche descremada, yogurt Light.
  • Queso bajo en sal y grasa.
  • Frutas y vegetales.
  • Carnes (pollo, pavo, cerdo sin grasa).
  • Pescados (trucha, atún, salmón, sardinas).
  • Huevo (1 al día).
  • Cereales, pastas, arroz, galletas sin relleno, pan (preferiblemente integrales).
  • Grasas (solo aceites, margarina Light).
  • Jalea y siropes sin azúcar.
  • Máximo 1 gaseosa al día.
  • Nueces (máximo 2 cucharadas al día).
  • Frijoles, garbanzos, lentejas.

Alimentos prohibidos:

  • Carnes con alto contenido de grasa: pato, cordero, chorizo, salami, chicharrón, tocineta.
  • Mariscos.
  • Bebidas alcohólicas.
  • Chocolate.
  • Picante.
  • Repostería, pastelería, frituras, comida rápida.
  • Alimentos altos en sodio: sal de mesa, sopas, salsas enlatadas.
  • Aderezos, salsas blancas, cremas.
  • Azúcar de mesa.

Cuidados dietéticos

  • Es importante tener un peso ideal para evitar complicaciones en la salud. Se recomienda la práctica de ejercicio físico, al menos 30 minutos diarios.
  • Es necesario aumentar el consumo de fibra, ya que ayuda a absorber menos grasas y azúcares de la dieta.
  • Se recomienda agregar limón a las ensaladas o refrescos, ya que es un aliado del hígado y promueve la pérdida de grasa.
  • La dieta para el hígado graso debe basarse en proteínas bajas en grasas y carbohidratos, preferiblemente integrales.
  • También se aconseja realizar de 4 a 5 tiempos de comida al día.
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