La grasa del salmón es rica en omega 3, que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos plasmáticos, y además aumentan la fluidez de la sangre, lo que previene la formación de coágulos o trombos. El salmón es un pescado azul o graso, mismo que aporta unos 11 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne, un contenido similar al de las sardinas, el jurel o el atún. Si tu objetivo es perder peso o controlarlo, es recomendable conocer las calorías salmón, entre otros aspectos fundamentales.
Calorías del salmón crudo
Existe una diferencia en la cantidad de calorías entre el salmón de criadero y el salmón salvaje. En 3 onzas (unos 85 gramos) de salmón atlántico salvaje crudo, hay unas 121 calorías, mientras que en la misma cantidad de salmón atlántico de criadero crudo, hay unas 177 calorías. La variedad de salmón también marca una diferencia; hay 130 calorías en 3 onzas de salmón rojo crudo y 152 calorías en salmón Chinook crudo.
Calorías de salmón marinado
Si deseas comer el salmón marinado, las calorías aumentarán de forma considerable. Una de las recetas típicas de salmón marinado a la parrilla incluye azúcar negra, salsa de soja, vino, aceite de oliva y especias. Al preparar el salmón de esta forma, las calorías de una porción de 3 onzas pueden incrementarse hasta a 333 kcal.
Calorías de salmón a la parrilla o brasas
Al momento de asar el salmón a la parrilla o a las brasas, se reducen enormemente sus calorías. Si deseas prepararlo de esta manera, primero deberás untarlo con un poco de aceite. Con media cuchara de aceite alcanza para una porción de pescado de 3 onzas. Hay únicamente 60 calorías en media cuchara de aceite de oliva. Media cuchara de manteca derretida tiene alrededor de 50 calorías.
Propiedades nutritivas del salmón
En cuanto a vitaminas, se destaca la presencia de algunas pertenecientes al Grupo B, como la B2, B3, B6, B9 y B12. Estas vitaminas permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos, es decir, hidratos de carbono, grasas y proteínas; pero además, intervienen en procesos de gran importancia. No obstante, la cantidad presente de estas vitaminas no es muy significativa si se compara con otros alimentos ricos en estos nutrientes.
Asimismo, la riqueza en grasa del salmón hace que contenga cantidades considerables de algunas vitaminas liposolubles como la A y la D. La vitamina A contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo. Además, favorece la resistencia frente a las infecciones, es necesaria para el desarrollo del sistema nervioso, así como para la visión nocturna.
La vitamina A contenida en el salmón también interviene en el crecimiento óseo, en la producción de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. La vitamina D regula los niveles de calcio en la sangre y favorece la absorción y fijación de este mineral en los huesos. El salmón aporta también magnesio, yodo y, en menor medida a la mayoría de pescados, también aporta hierro.
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