Consejos para comidas sanas y baratas

Siempre se ha pensado en que comer sano es mucho más caro, por lo que, en tiempo de crisis, la calidad de la alimentación puede verse influenciada seriamente. Como consecuencia, la salud del organismo se ve afectada de forma negativa. Sin embargo, también es posible contradecir esta creencia, sobre todo con los siguientes consejos para comidas sanas y baratas que proponemos.

Si bien es cierto, hay alimentos saludables que tienen un alto precio actualmente, pero siempre es necesario pensar en el cuerpo como el único bien y pertenencia, por lo que se vuelve fundamental pensar que una dieta sana es una buena inversión para la salud, por lo que hay que reconocer que en la salud, lo barato puede salir caro.

Sin embargo, con algo de creatividad y esfuerzo extra, es posible lograr platos sanos y baratos al mismo tiempo, utilizando reemplazos a ingredientes, buscando los mejores precios, empleando diferentes estrategias para aprovechar de mejor forma los recursos, y demás hábitos que ayudarán a cuidar la salud, aún en tiempos de crisis.

Tips para comidas sanas y baratas

En primer lugar, si deseas obtener comidas sanas y baratas, es indispensable recuperar la comida casera, debido a que la elaborada en casa es menos costosa y siempre puedes cuidar mejor la calidad de los ingredientes que la componen. Además, la comida que compras fuera no sólo tiene mayor precio, sino que también suele contar con más grasas, calorías y sodio.

Utiliza más legumbres y cereales: las legumbres son excelentes ingredientes para tus comidas, son nutritivas, con mucha fibra y muy energéticas, al igual que los cereales y sus derivados, que representan la base de una dieta equilibrada. Pero lo mejor, ambos ingredientes tienen muy bajo coste.

Utiliza frutas y verduras de temporada: los alimentos de temporada siempre incluyen un mejor sabor, color y precio, así como también son capaces de concentrar más nutrientes que se requieren en la época del año en que ellos se cosechan.

Reemplaza refrescos por agua: las bebidas industriales siempre resultan más costosas que el agua, y con frecuencia están llenas de calorías, azúcares y carbohidratos que en nada benefician tu dieta.

Aprovecha las sobras: para evitar desperdiciar y aprovechar al máximo los recursos, puedes reutilizar los sobrantes para hacer, por ejemplo, ropa vieja, sopa de verduras con algunas de ellas ya cocidas o bien, elaborando tortillas de fideos o arroz o bocadillos y ensaladas con carnes previamente cocidas.

No deseches lo que puedes comer: para que tus ingredientes rindan más, procura comer las frutas y verduras con piel, puedes cocinar las patatas con piel y consumirlas así; puedes no retirar la piel de los calabacines, y también puedes utilizan pencas y hojas de hortalizas como las remolachas, zanahorias u otras. Con las hojas puedes elaborar tortillas o ensaladas, mientras que las pencas sirven para empanarlas o elaborarlas rellenas.

Compra adecuadamente: no te dejes llevar siempre por las ofertas, sino que busca el mejor precio, así como también mira las fechas de caducidad. Comprar lo suficiente para cocinar y no más, sobre todo en productos frescos que pueden perder calidad y echarse a perder rápidamente.