Altramuces y colesterol

Los altramuces, también conocidos como chochos o tramuces, son un aperitivo excelente, sobre todo por su rico contenido en fibra, proteínas, así como de algunos antioxidantes. Son típicos en la cocina mediterránea, e ideales en días festivos para sustituir las olivas y otros alimentos grasos.

Cabe destacar que el altramuz es una legumbre de la que se puede extraer aceite; se cultiva en las zonas del Mediterráneo y tiene un perfil nutricional muy interesante, sirviendo como un alimento para personas y animales. Dentro de estas características, vale la pena mencionar una excelente relación entre altramuces y colesterol, especialmente en factores como los siguientes.

Altramuces para el colesterol

Los altramuces son una legumbre, es decir, que pertenecen a la misma familia de las lentejas o los garbanzos, por ejemplo. Gracias a su composición, los altramuces pueden estar indicados dentro de una dieta para reducir el colesterol en el cuerpo, siempre que su consumo sea de forma moderada.

Estos alimentos son muy ricos en fibra insoluble, que arrastra las grasas del cuerpo y aumenta el tránsito intestinal. Asimismo, por su contenido en lecitinas, los altramuces pueden ayudar a aumentar el colesterol bueno. También se destacan por su alto contenido en ácido fólico, que ayuda a contrarrestar los efectos negativos de la homocisteína y previene las enfermedades del corazón.

Los altramuces en conserva se pueden tomar solamente de forma ocasional, ya que su alto contenido en sodio hace que estén contraindicados si hay hipertensión (tensión arterial alta) o enfermedades del corazón. De igual forma, los altramuces, como las demás legumbres, contienen ciertas cantidades de purinas, un producto que en el organismo se convierte en ácido úrico. Por ello, personas con hiperuricemia o gota deben evitar consumir altramuces, así como otras legumbres cuando tengan dolor agudo en las articulaciones.

Cómo usar los altramuces para el colesterol

Una de las propiedades más interesantes de los altramuces, es precisamente su rico aporte proteico, convirtiéndose en una buena proteína vegetal, alternativa a la carne y a la soja, y su alto contenido en fibra que ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre, así como a disminuir los niveles de colesterol.

Para desaparecer el sabor amargo de los altramuces, es necesario dejarlos en remojo en agua salada durante al menos 24 horas, hervirlos después en agua sin sal durante unos 10 minutos, y pasarlos por agua fría después. A continuación, se dejan cubiertos por agua, esta vez sin sal, durante unos 15 días, cambiando el agua unas dos veces al día.

Transcurrido ese tiempo, habrá desaparecido el sabor amargo, por lo que es posible comerlos y, para conservarlos, se dejan cubiertos con agua, esta vez con sal. En este caso, los altramuces pueden añadirse a las ensaladas o se pueden comer directamente como aperitivo, beneficiándose así de sus propiedades.

En este sentido, hay quienes aseguran que tomando tres altramuces crudos al día, en ayunas y durante un mes, simplemente lavados, y sin masticar para no percibir su sabor amargo, es una buena forma de bajar los niveles de colesterol en sangre. En cualquiera de los casos, es recomendable que puedas consultar al médico o nutricionista ante cualquier duda.