
Es probable que en más de alguna ocasión hayas observado a alguien comer un diente de ajo en el desayuno, como si se tratase de un medicamento. Estas personas ingieren el diente sin masticarlo y pese a que el sabor del ajo puede no gustarle a muchos, sí puede presentar una serie de beneficios para la salud.
Gracias al ajo: propiedades curativas, sus beneficios son muy aprovechados en diferentes circunstancias. Además, el ajo posee características muy interesantes, especialmente ayudando a regular el funcionamiento del organismo a diferentes niveles, incluso hay quienes afirman que es uno de los vegetales con más propiedades que existen.
El poder del ajo
Para conocer el verdadero potencial del ajo, es necesario prestar atención a algunos detalles interesantes. La planta que comúnmente se conoce como ajo, en realidad se llama Allium sativum y sus propiedades curativas han sido utilizadas durante mucho tiempo por diferentes culturas, especialmente en las del Mediterráneo, por ejemplo en la Antigua Grecia.
Antiguamente se utilizaba el ajo, sobre todo por sus propiedades antibióticas, y los soldados griegos y romanos solían masticar algunos de ellos antes y después de cada batalla. Por otro lado, los egipcios lo consideraban como un afrodisiaco, mientras que en lugares como el Himalaya, aún hay pequeñas villas en las zonas más altas en las que se utiliza en todos los platos, debido a que ayudan a oxigenar el cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico.
En la actualidad, el ajo está más relacionado a temas gastronómicos, y hay quienes por su fuerte olor prefieren mantenerse alejados. Sin embargo, es necesario conocer bien sus propiedades, especialmente para empezar a aprovechar de sus diferentes beneficios en la salud.
Ajo: propiedades curativas
Mejora el sistema cardiovascular
El ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre, además de mejorar el sistema cardiovascular en general. Esto se debe a que regula la producción de colesterol por parte del hígado, y además aumenta el nivel del colesterol bueno; por otra parte, reduce los niveles de colesterol malo. En cuanto al sistema cardiovascular, el ajo es muy bueno debido a que, una vez en el organismo, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, facilitando la circulación sanguínea y ayudando a prevenir problemas como la arteriosclerosis.
Antibiótico natural
El ajo: propiedades curativas, también incluye su efecto como antibiótico natural, ya que es muy efectivo en la lucha contra ciertos microorganismos que a veces son inmunes a los medicamentos. También posee propiedades antiparasitarias y combate a parásitos de la talla de la Tenia (solitaria), limpiando los intestinos y creando un ambiente hostil para el desarrollo de dichos seres.
Alto contenido vitamínico
Según se conoce, el ajo aporta una importante cantidad de vitaminas, especialmente de vitamina A, B1, B2 y C. Esto significa que el ajo ayuda, por ejemplo, a mantenerse más joven, a lucir una piel más fuerte y saludable, así como a mejorar la vista. Incluso el ajo ayuda a prevenir afecciones respiratorias, entre otros. Cabe resaltar que el ajo también posee propiedades antiinflamatorias, por lo que se convierte en una buena alternativa para combatir los problemas frecuentes de los resfriados, así como para prevenir la gripe.
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