Actualmente el ajo es utilizado como un medicamento natural desde mucho antes de que fuese utilizado como condimento en la cocina. El ajo crudo contiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, esto se debe a que posee de un compuesto llamado alicina, que actúa contra numerosos virus y bacterias, además de su poderoso antioxidante. Como lo hemos dicho, el ajo se utiliza principalmente como condimento, ya que goza de uno de los sabores más intensos que puedas encontrar en la gastronomía.
El ajo se puede incluir en las carnes, arroces, sopas, encurtidos, aderezos de ensaladas, pescados o vegetales. El ajo está formado especialmente por agua e hidratados de carbono. De hecho, estudios recientes han comprobado las grandes propiedades y beneficios del ajo para el organismo humano, en un amplio abanico de trastornos. Además, este vegetal contiene fructosanas, aceite esencial, pequeñas cantidades de vitamina A, B1, B2, B6 Y C, adenosina, hierro, sílice, azufre, yodo, fósforo y potasio.
Beneficios del ajo para la salud humana
- Mejora el sistema inmunológico del organismo.
- Aumenta la energía y la vitalidad, mejorando enormemente la calidad de vida.
- Es anticoagulante, vasodilatador y depurador. Mejora la circulación sanguínea dilatando los vasos, aumentando el flujo sanguíneo y protegiendo al mismo tiempo el corazón y las arterias, dándoles mayor flexibilidad. Todo esto ayuda a combatir la hipertensión.
- Protege el sistema respiratorio. Su acción antiséptica y expectorante ayuda a evitar la bronquitis, y a la cura del asma y las alergias.
- Tiene propiedades antibacteriales, antivirales y antimicóticos. Actúa como antibiótico y antimicrobiano sobre hongos y bacterias.
- Es antiinflamatorio.
- Reduce el nivel de colesterol “malo” y aumenta el nivel de colesterol “bueno”.
- Ayuda a incrementar el nivel de serotonina en el cerebro, combatiendo el estrés y la depresión.
- Posee propiedades antioxidantes.
- Es desintoxicante, por lo que ayuda a depurar las sustancias tóxicas del organismo.
- Ayuda a incrementar el nivel de insulina, reduciendo así los niveles de azúcar en la sangre.
- Protege el sistema digestivo. Por su acción antidiarréica, digestiva y como ayuda en la eliminación de toxinas en el cuerpo.
- Reduce el riesgo de padecer cáncer de esófago y de estómago.
Cómo consumir el ajo
El ajo se puede consumir crudo, en cápsulas, en extracto fluido o seco, en tintura y aceite en perla. Vale la pena mencionar que las virtudes medicinales del ajo se pierden si se cocina. Ahora bien, para consumir ajo crudo se puede preparar cortado finamente y mezclado con ensaladas, con judía verde y patatas al vapor, sobre anchoas o sardinas y un chorrito de aceite de oliva. También se puede triturar en el gazpacho, sobre pimientos asados, champiñones o setas. Otra opción puede ser frotarlo sobre pan tostado o como componente de salsas alioli.
Los dientes de ajo triturados con agua o con leche pueden mejorar los desórdenes en la digestión, debido a que tienen un efecto antiséptico y es un excelente remedio para las inflamaciones y demás enfermedades contagiosas. No obstante, los problemas como la colitis y muchos otros trastornos intestinales, pueden ser exitosamente tratados con ajo en capsula.
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