Científicos han comprobado que la nicotina activa el área del cerebro que controla el apetito, un hallazgo que puede abrir el camino a nuevas terapias para dejar el tabaco sin engordar. Hoy día son muchas las personas que argumentan que uno de los motivos por los cuales no quieren dejar de fumar es que acaban engordando gracias a la ansiedad del posible síndrome de abstinencia. Algunos investigadores incluso han experimentado con ratones por medio de un posible fármaco con nicotina contra la depresión, cuando descubrieron que los animales que recibían el medicamento consumían menos alimentos de los que ingerían habitualmente.
Gracias a este experimento los expertos se pudieron dar cuenta que la nicotina influye en un conjunto de circuitos del sistema nervioso central, un área del hipotálamo que controla la motivación para consumir y que está relacionada con la obesidad en los seres humanos y en los animales. Ahora la pregunta es ¿fumar adelgaza? La respuesta es sí, pues reduce el apetito y al hacer esto adelgaza a una persona que fuma, además, lo que realmente hace la nicotina en el cerebro, según estudios, es activar unos receptores específicos que ayudan a controlar el apetito.
Importancia del no fumar
La identificación de este receptor es necesaria para la comprensión de los mecanismos relacionados con la adicción, el peso y el tabaquismo. Es por ello que muchas personas aseguran que no van a dejar de fumar ya que pueden aumentar de peso, justo en el momento de dejar el hábito. Sin embargo, al momento de elegir fumar para mantener la línea es extremadamente peligroso, pues fumar contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, incluyendo por supuesto, el cáncer de pulmón, trastorno de la reproducción ,arrugar a temprana edad, entro otras que afectan la salud.
Cabe mencionar que muchos piensan que fumar adelgaza o que dejar de fumar engorda, pero eso no es del todo real. La nicotina es una sustancia nociva y adicta para el organismo, es cierto que algunos le adjudican un cierto efecto de reducir el apetito. Sin embargo, cuando se compara esto a la cantidad de efectos perjudiciales del tabaco se puede observar que fumar es lo peor que se le puede ocurrir a la gente para bajar de peso.
Es cierto que muchos al dejar de fumar engordan, pero esto no es a causa del tabaco sino al estrés y a la ansiedad que supone superar la adicción a la nicotina. Afortunadamente, este problema se puede solucionar con cosas tan sencilla como mascar un chicle o parches de nicotina, también se puede dejar de fumar con terapias de relajación como: hipnosis, acupuntura y otras. Para adelgazar no es necesario recurrir al tabaco, se pueden hacer con dietas nutritivas junto con ejercicios, que además ayudan a mantener la salud en óptimas condiciones, especialmente a darle fuerzas y energías al cuerpo. Adelgazar con tabaco no es buena idea, daña la salud y no trae resultado efectivos a nadie que lo consuma.
Write a comment: