Cerveza: propiedades

La cerveza es una bebida que contiene mucha agua (92%), lo que, unido a la baja graduación alcohólica y al hecho de que se suele beber fría, la convierten en un producto muy demandado para calmar la sed y el calor. Pero que también resulta hidratante gracias a las maltodextrinas que contiene y que favorecen la absorción de líquido en el organismo. Además, el alcohol contenido en la cerveza no obstaculiza su efecto hidratante, siempre que se consuma de forma moderada o incluso consumiendo cerveza sin alcohol.

De esta forma, las propiedades de la cerveza la hacen un producto con interés nutritivo, debido a que aporta vitaminas, minerales y otros componentes con efectos beneficiosos en la salud, como los polifenoles y fitoestrógenos naturales, por ejemplo. Dentro de los componentes más importantes de la cerveza y que aportan beneficios podemos mencionar los siguientes:

Vitaminas

Especialmente del grupo B, y sobre todo el ácido fólico, que tiene una presencia en la cerveza (entre 5 y 10 microgramos por cada 100 ml.), que hace que esta bebida sea una buena fuente de folatos para la dieta diaria. Otras vitaminas presentes en la cerveza son la vitamina B2, que facilita la digestión, y la vitamina B6, niacina y tiamina, implicadas en el metabolismo de los glúcidos.

Fibra soluble

Dentro de las propiedades de la cerveza, se destaca su contenido en fibra soluble, convirtiendo esta bebida en una rica fuente de fibra para la dieta (17%), por lo que un consumo moderado puede ayudar a evitar el estreñimiento, así como también se asocia a una disminución del colesterol malo en sangre.

Minerales

La cerveza contiene una gran variedad de minerales, entre los que se destaca el silicio biodisponible, que está relacionado con la formación y reparación de los huesos. Además, este componente contribuye a aumentar la densidad ósea y a frenar la pérdida de hueso.

Alcohol etílico

La cantidad de alcohol presente en la cerveza suele ser pequeña, aunque se recomienda un consumo responsable y moderado y, en aquellos casos donde no se pueda tomar alcohol (mujeres embarazadas o lactantes, menores de edad, personas con tratamientos farmacológicos), se puede elegir la variedad sin alcohol, que, de hecho, su consumo cada vez se extiende más.

Sin embargo, a pesar de las devastadoras consecuencias que el abuso de alcohol puede provocar, también existen estudios científicos que revelan los beneficios de un consumo moderado de alcohol sobre la salud. Esto en el caso de adultos sanos y que no sigan ningún tratamiento con fármacos con los que esta sustancia pudiese interferir.

Por ejemplo, el riesgo de sufrir un infarto es hasta un 60% menor entre bebedores moderados, en comparación con los grandes bebedores o los abstemios.

Polifenoles

Son sustancias con propiedades antioxidantes y que forman parte de la composición de frutas y verduras, aceite de oliva y tés. También están presentes en bebidas fermentadas, como el vino y la cerveza. Entre sus propiedades, se destaca su capacidad para retrasar el envejecimiento celular y reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.