Qué es el libido

 

El deseo sexual o también conocido como libido, es el motor de la sexualidad; sin este deseo los mimos y caricias se transforman enseguida en una obligación conyugal, sin sensaciones ni emociones. Aunque también es importante resaltar que el libido suele presentarse de forma diferente en hombres que en mujeres, es más, el área del cerebro encargada del deseo sexual es dos veces más grande en las mujeres.

Otro de los factores que influyen en el deseo es la testosterona, que se trata de una hormona que impulsa el deseo sexual, aunque está más presente en el cuerpo masculino que en el femenino. En estos casos, no existe una manera de aumentar el libido automáticamente como por arte de magia, pero siempre es posible controlarlo y sacar el mayor provecho posible.

Además, existen diferentes factores físicos y psicológicos que intervienen en un aumento del deseo sexual, bien sea el modo de vida, la educación, las hormonas, las fantasías, los sentimientos, entre otros. Cuando el deseo está en su punto más alto, provoca una excitación física, donde la vagina se lubrica y los pezones tienden a endurecerse.

Las hormonas y su influencia en el libido en la mujer

Las hormonas del deseo son los estrógenos y la mencionada testosterona, producidas por los ovarios y los testículos respectivamente. Las fluctuaciones hormonales, por lo general en el transcurso del ciclo menstrual, influyen principalmente sobre la intensidad del deseo femenino. Durante los días que preceden a la ovulación, el cuerpo de la mujer registra un pico de estrógenos, algo que genera que la libido esté en su apogeo (excepto en las mujeres que consumen anticonceptivos, por supuesto).

Qué es el libido

Por otro lado, tras el parto, la mujer segrega prolactina, una hormona antideseo. Con esto se puede explicar que, a menudo, la sexualidad después de un embarazo genera ciertos problemas en diversas parejas.

Factores psicológicos

La educación, la cultura, las prohibiciones sociales y religiosas pueden hacer que exista una presión moral importante sobre las mujeres, expresando en menor grado sus deseos que los hombres. Aunque también están las mujeres que cuentan con dificultades para disociar sexualidad y sentimientos. Por lo general, es necesario estar enamoradas para tener ganas de realizar el acto sexual. Aunque también vale la pena mencionar a algunas mujeres muy sensibles al entorno y la atmósfera, donde por ejemplo, necesitan sentirse descansadas, zen y el espíritu libre para tener ganas.

La edad y el deseo sexual femenino

El libido tiende a aumentar con el tiempo, sobre todo, con la experiencia. Según los expertos, la madurez sexual se sitúa entre los 35 años. Con la menopausia, el índice de estrógenos se disminuye, los ovarios generan menor testosterona. Pero como los factores psicológicos también influyen, el deseo normalmente no desciende. Durante este periodo de la vida de una mujer, generalmente marca un renacimiento del deseo sexual.

Trastornos del deseo

Suele suceder que determinados problemas de salud, un medicamento, el estrés de la vida diaria, el cansancio o incluso una dificultad en la pareja, pueden terminar por bloquear el deseo. Esta disminución en el libido, generalmente es pasajera. En cambio, cuando el problema persiste en el tiempo, es necesario hablarlo con la pareja y consultar a un especialista, sobre todo para buscar el origen del problema y solucionarlo.

Además, debemos recalcar que no existe algún tipo de ‘viagra para mujeres’, aunque quienes hayan sufrido de una extirpación de las trompas o del útero, pueden potenciar su libido a través de parches de testosterona, disponibles únicamente bajo prescripción médica. Tomando en cuenta que estás contraindicados en mujeres con riesgo de padecer cáncer de mama.

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