De forma general, el entrenamiento de fuerza no es un método deportivo atractivo para las mujeres. Una de las razones se debe al estar asociado con un ensanchamiento muscular de forma exagerada, hasta el punto de perder su figura de forma inconsciente.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. Debido a que el entrenamiento de fuerza es de gran beneficio en la salud y no solamente en las personas jóvenes. A decir verdad, varios de los aspectos principales en los que es de gran ayuda son los que se describen a continuación:
- Mejora la postura, gracias al fortalecimiento de la musculatura que se ve implicada.
- Aumenta el gasto de calorías, incrementando la masa muscular que eleva el metabolismo basal y así el cuerpo quema más calorías, incluso estando en reposo.
- Ayuda a prevenir lesiones, ayudando a que los músculos sean más fuertes y mucho más desarrollados; no solamente protegiendo las articulaciones, sino que ayuda a que se ejecute de mejor forma cada movimiento dado evitando todo tipo malas posturas y con una resistencia amplia a medida que se realicen los trabajos intensos.
- Logra que sean menores los cambios de envejecimiento.
- Mejora las capacidades funcionales, al comprobar que el entrenamiento de fuerza optimiza el rendimiento de atletas en resistencia al mejorar su mecánica de movimientos y a un incremento de fuerza que se aplica en el despegue del suelo.
- Mejora la tolerancia que se tiene a la glucosa y a la sensibilidad de la insulina en el organismo.
Con relación a los cambios de la composición corporal, que se encuentran acompañados con el proceso de envejecimiento ayudan a que se produzca un aumento en la masa muscular, lo que ayuda a que se reduzca el porcentaje de grasa corporal, ayudando desde un punto diferente al que se conoce.
Si no se practica otro tipo de actividad física diferente a entrenamiento de fuerza, se puede incrementar el riesgo de enfermedades como problemas cardiacos, diabetes tipo II, varios tipos de cáncer, osteoporosis, obesidad y depresión.
Con base a los resultados de estudios actuales, se ha indicado que el entrenamiento de fuerza en las mujeres mayores ayuda a que se prevenga y se traten las enfermedades crónicas, debido a su influencia en el sistema músculo-esquelético que mejora las diferentes capacidades físicas y mentales.
Entrenamiento de fuerza en mujeres mayores
Un estudio que se ha realizado con 38 mujeres sanas entre el rango de 50 y 76 años, divididas en 2 grupos:
- Un grupo siguiendo el entrenamiento de fuerza.
- Otro grupo no realizando ninguna actividad física.
Con una duración de 8 semanas, realizando dos veces a la semana en un tiempo de 1 hora. Comparando medidas antropométricas, mediciones de composición corporal y calidad antes y después del estudio.
Al terminar el estudio, se observaron los cambios en la composición corporal y mejora de capacidades físicas y mentales. Existiendo una mejora de capacidades al realizar un entrenamiento de fuerza en mujeres de edad adulta. Sin embargo, no se obtienen conclusiones mayores hasta que se refuercen los estudios, eso sí, dejar a un lado el pensamiento negativo de entrenamiento de fuerza en mujeres mayores.
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