La lumbalgia es un dolor que se presenta en la parte baja de la espalda, siendo muy común entre los adultos y, con frecuencia, es ocasionada por el uso excesivo y por una distensión o una lesión muscular. El tratamiento puede ayudar a mantenerse lo más activo posible. En muchas ocasiones, la lumbalgia puede mejorar con la simple actividad corporal, evitando posiciones y actividades que pudiesen aumentar o causar el dolor de espalda, utilizando hielo y tomando analgésicos, de ser necesarios.
Si no sientes un dolor agudo, es posible que estés preparado para realizar ejercicios leves de fortalecimiento para el estómago, la espalda y las piernas, y quizá para algunos ejercicios de estiramiento. En este caso, existen varios ejercicios lumbalgia que pueden ayudar a estirar, tonificar y relajar la espalda, siendo útiles para aliviar este padecimiento y prevenir la recidiva.
Ejercicios para la lumbalgia
Estiramiento 1
Colócate de pie, con la espalda contra la pared, sin apoyar el cuerpo y con los pies ligeramente hacia afuera. A continuación, comienza a estirarte alcanzando tu estatura máxima, levantando los brazos lo máximo posible y empujando la coronilla hacia lo alto, con la barbilla escondida hacia el pecho. Mantén la posición por unos 6 segundos y descansa un tiempo similar.
Estiramiento 2
Colócate de pie, con las piernas separadas, los brazos estirados, apoyando las manos sobre un mueble, la espalda recta y el peso del cuerpo repartido entre manos y pies. Manteniendo la espalda recha, echa hacia atrás los glúteos y los pies hasta que las piernas estén a escuadra con relación a la alineación tronco-brazo. Mantén la posición por 6 segundos y descansa 6 segundos más.
Estiramiento 3
Otro de los ejercicios lumbalgia consiste en colocarte en posición sentada, sobre una nalga, en el borde delantero de una silla, banco o mesa. Luego, con la ayuda de la mano, dobla la pierna hacia la nalga. Mantén la posición 6 segundos y descansa otros 6 segundos. Repite el ejercicio 5 veces y luego cambia de lado.
Tonificación 1
En posición tumbada, con el vientre sobre una colchoneta y las palmas de las manos apoyadas sobre los glúteos. Despega lo máximo posible las piernas y la cabeza del suelo. Las manos quedan apoyadas sobre los glúteos. Mantén la posición 6 segundos y descansa otros 6 segundos.
Tonificación 2
De pie, con la cabeza, la espalda y los glúteos pegados a la pared, con las piernas hacia adelante, deslízate hacia abajo como si quisieses sentarte, manteniéndote quieto cuando las piernas estén flexionadas en ángulo recto. La espalda y la cabeza siguen en contacto con la pared. Mantén la posición el mayor tiempo posible respirando profundamente.
Relajación 1
Recuéstate en el suelo, con el cuerpo estirado, la espalda bien apoyada en el suelo, las piernas flexionadas y apoyadas sobre el asiento de una silla, con las manos detrás de la cabeza.
Relajación 2
De rodillas, sentado sobre los talones, con la espalda encorvada, la frente contra el suelo y flanqueada por los codos, coloca los antebrazos apoyados en el suelo.
Recuerda que antes de practicar estos ejercicios lumbalgia, es recomendable consultar al médico y pedir las instrucciones precisas de cómo realizarlos. Asimismo, en caso de dolor, es preciso interrumpir estos ejercicios inmediatamente. Algunos minutos al día son suficientes.
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