Dolor de rodilla al correr: recomendaciones

Si desde hace poco te has decidido por empezar a correr, o quizá aún estés pensando en hacerlo, es importante que puedas conocer algunos aspectos relacionados de las consecuencias que puedes tener en este tipo de disciplinas. En este caso, se trata del dolor de rodilla al correr, que es uno de los dolores que suelen aparecer en el corredor novato, pues el cuerpo no está acostumbrado al ejercicio o también puede deberse a correr de forma incorrecta.

Las agujetas

Las agujetas son el dolor más característico durante los primeros días de carrera. En este caso, estas agujetas aparecen tras correr, especialmente como consecuencia de la cantidad de fibras musculares que sufren desperfectos debido a no estar acostumbradas a correr, ocasionándote pinchazos incómodos. Además, las agujetas suelen aparecer a las pocas horas de ejercitarte o al día siguiente. Este no es un dolor peligroso, tampoco es necesario parar la actividad, pues simplemente pueden ocasionar cierto malestar.

Dolor de rodilla al correr: recomendaciones

Las agujetas pueden ser leves, con molestias musculares pero que no impiden trabajar normalmente; aunque también pueden aparecer agujetas intensas, mismas que indican que te has sobrepasado con la intensidad del entrenamiento, llegando a afectar los movimientos del día siguiente.

Para prevenir las agujetas, lo primero que puedes hacer es controlar la intensidad y duración de los primeros entrenamientos, en este sentido, se recomienda no pasar de los 15 a 30 minutos y a un ritmo muy suave, donde en ningún momento sientas fatiga. Luego puedes realizar ejercicios suaves de estiramiento, que comienzan a mejorar la recuperación muscular. Incluso en la ducha puedes prevenir o tratar las agujetas del día siguiente, esto a través de baños de contraste con agua fría y caliente, haciendo que la circulación limpie el músculo de metabolitos.

Dolor de los laterales de la rodilla

Tomando en cuenta que tu rodilla estará acostumbrada a andar, pero cuando te pones a correr, éstas no siguen el mismo patrón de movimiento y linealidad. Tras recibir muchos impactos, los ligamentos laterales pueden resentirse, siendo el momento donde experimentas algunas molestias.

En este caso, se recomienda que al momento de notar este dolor puedas dejar de correr y empieces a andar. Un dolor en la rodilla debe tomarse en cuenta, pues si fuerzas esa molestia, puedes conducir a una lesión. Lo mejor es esperar un par de días, dejando reposar la rodilla, y tras el descanso, puedes volver a la actividad con un buen calentamiento y carrera suave.

Si el dolor persiste, intenta correr sobre tierra al menos o una cinta y no sobre asfalto, que mientras más duro sea el terreno más sufrirán tus articulaciones.

Dolor en los tobillos

Así como el dolor de rodilla al correr es muy importante, el dolor en los tobillos también es algo a considerar. Los tobillos soportan todo el impacto de tus zancadas, mismos que suelen ceder hacia dentro (pronación) o hacia fuera (supinación). Cuando tus ligamentos no están acostumbrados a estos impactos, lo más recomendable es realizar un buen calentamiento de tobillos antes de salir a correr, además de alternar carrera con caminata durante los primeros días.

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