Tras las bicicletas estáticas, las cintas de andar y correr son las máquinas de fitness más demandadas tanto en los gimnasios como para entrenamientos en casa. Hoy en día se pueden encontrar a muy buen precio y son muy fáciles de usar por lo que han ido tomando protagonismo y destacando entre las demás máquinas.
Como ya sabemos, la aptitud es fundamental a la hora de hacer ejercicio. Realizar deporte desde casa nos da la comodidad de poder entrenar mientras escuchamos música o vemos nuestro programa favorito lo que hace que el entrenamiento sea más óptimo, atractivo y gratificante.
Entrenando en una cinta de correr, no solo obtenemos las mismas ventajas que haciendo running, sino que también podemos tener otros beneficios para nuestra salud y entrenamiento.
Al contrario que el trote clásico de salir a hacer running, las cintas de correr están diseñadas para disminuir en un 50% los choques contra el suelo, lo que permite ejercer un esfuerzo físico natural que requiere un menor uso de las articulaciones y reduce el riesgo de sufrir lesiones en tendones y ligamentos. El movimiento que provoca el entrenamiento en cinta de correr está constituido por pequeños saltos lo que hace que la zancada sea generalmente más corta en amplitud.
Otra de las ventajas de correr en cinta es que al tener una superficie de carrera preparada para ello, ofrece una buena estabilidad y robustez en los apoyos evitando las posibles irregularidades del suelo.
Las cintas de correr están equipadas con un monitor que simula las condiciones naturales del terreno permitiendo al usuario controlar la inclinación y velocidad del ejercicio. Además, la mayoría de ellas incluyen una serie de programas de entrenamiento que nos permiten seguir objetivos específicos en función de las necesidades de cada uno.
Entrenando desde casa se añade la comodidad de no necesitar traslado hasta la zona de realizar el ejercicio, lo que también nos da la opción de poder entrenar aunque dispongamos de poco tiempo y sin tener que tener en cuenta las inclemencias del tiempo.
Además de todas estas ventajas no podemos olvidarnos de mencionar que aunque en la cinta de correr se trabaja más con los cuádriceps (músculo que interviene en la extensión de la pierna y en la flexión del muslo sobre la pelvis) y el tren inferior, también se trabaja el tren superior por lo que hace que el ejercicio sea más completo.
Dependiendo de los objetivos que queramos conseguir será necesario un entrenamiento u otro y de más o menos duración, pero siempre tenemos que prestar especial atención a los descansos y recuperaciones entre entrenamientos. Incluso un breve periodo de entrenamiento de diez o veinte minutos al día en la cinta de correr puede aportarnos grandes beneficios.
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