Cómo adelgazar los muslos

Por lo general, el aumento de peso se relaciona a la acumulación de grasa en diferentes zonas del cuerpo. Existen algunas personas que pueden llevar más grasa en las extremidades superiores, mientras que otras tienden a acumularla en el vientre. Además, la mayoría de personas, sobre todo mujeres, las zonas de los muslos pueden ser una fuente importante de acumulación de grasas, teniendo como resultado el denominado ‘cuerpo con forma de pera’, donde la mitad superior aparece más delgada, que la zona inferior de los muslos, más voluminosa.

En este caso, es importante tener en cuenta algunos factores fundamentales como: hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, comer una dieta rica en proteínas magras, frutas y verduras, bajas en azúcares refinados y harina que pueden contribuir en alcanzar tus objetivos de adelgazar. Asímismo, debemos resaltar que no existe una técnica de dirigir la pérdida de peso a una zona determinada, es decir, si pretendes adelgazar los muslos, es probable que también bajes de peso en todas partes del cuerpo.

Tu mejor opción es utilizar la fuerza y tonificación para mejorar el tamaño, forma y apariencia de tus muslos. Recuerda que no puedes perder grasa localizada, pues normalmente el cuerpo pierde de todos sitios en general; incluso, no por hacer más repeticiones de ciertos ejercicios podrás quemar más grasa en la zona de los muslos. Por esto, es importante conocer detalles determinantes a la hora de adelgazar los muslos, así como los consejos que aquí te presentamos.

Cuida tu alimentación

Para bajar de peso es necesario que puedas añadir más proteínas y fibra a tu dieta. La fibra se encarga de mantener el cuerpo delgado y saludable, mientras que las proteínas te ayudan a mejorar los efectos producidos con el ejercicio físico.

Salta la comba

Puedes saltar la comba o cuerda unas tres o cuatro veces por semana. Este ejercicio ayuda a tus muslos, siendo también un excelente ejercicio de calentamiento o enfriamiento para tus rutinas. Primero debes girar la cuerda de saltar hacia adelante, y alternativamente las piernas con el ritmo de avance lento.

Puedes doblar ligeramente las rodillas, especialmente para mantener un bajo impacto al saltar, manteniendo la espalda siempre recta en todo el procedimiento. También puedes aumentar la dificultad de saltar utilizando las dos piernas al mismo tiempo, en lugar de hacer el ritmo de trote.

Haz ejercicio aeróbico

Puedes andar en bicicleta, nadar, correr o ir en una caminata a paso ligero. Estos son ejercicios aeróbicos muy recomendados, que recortan tus muslos y tu cuerpo completo. Para lograr un mayor efecto sobre tus muslos, puedes ponerte de pie en lugar de sentarte en la bicicleta, pedaleando tan rápido como puedas.

Puedes salir a correr de tres a cuatro veces por semana, o también puedes caminar a paso ligero si lo prefieres. Empieza caminando para poder correr a un ritmo cómodo durante 30 segundos, luego vuelve a paso ligero hasta tener la suficiente energía para correr de nuevo.

Haz sentadillas

Puedes ponerte de pie con los pies separados a la anchura de los hombros. Inhala mientras te posicionas de cuclillas: dobla las rodillas e intenta que no se extiendan más allá de tus dedos de los pies, hasta que tus muslos queden paralelos al suelo. Exhala a medida que avanzas hasta ponerte de pie. Mantén siempre la espalda recta durante la ejecución.

También puedes realizar otros ejercicios, como por ejemplo algunas repeticiones con mancuernas, flexiones de rodillas, levantamientos de pierna, entre otros; estos ejercicios seguramente te ayudarán a mantener un cuerpo bien tonificado, aunque siempre debes tener en cuenta una alimentación saludable.