Buscando diferentes formas de como poder darle un cambio al entrenamiento, usualmente suele venirse a la mente formas para entrenar con mayor dificultad.

Pero no tenemos que irnos tan al extremo, con solo intentar añadir la diferencia entre el agarre de pronación y agarre de supinación nos puede brindar resultados de fuerza o construcción muscular aún mayores.

Al mantener siempre el entrenamiento sin ninguna variación, también se puede conseguir estancamiento en el rendimiento, desbalances musculares, haciendo que los resultados disminuyan y hasta puede aumentar la probabilidad de lesionarse, debido a la fatiga muscular constante de un área.

Lo normal sería cambiar de entrenamientos o la modalidad del entrenamiento, como puede ser intercambiar un entrenamiento de pesas a uno de que active el metabolismo o un circuito HIIT.

Pero puede realizar diferencias sencillas, enfocándose siempre en los resultados que desea obtener, que pueden ser más eficientes, tan parecido como cambiar la dirección de las manos durante el entrenamiento.

Cambios en el agarre


La forma en cómo se toma la barra puede interferir directamente en los resultados que se desean, lo más frecuente es encontrarse con un agarre pronado, que consiste en tomar la barra dirigiendo la mano hacia afuera, se emplea mayormente en dominadas y peso muerto.

El agarre supinador es el contrario al anterior, consiste en tomar la barra con la mano dirigida hacia adentro, se aprovecha en las flexiones de brazo con mancuernas y dominadas con agarre supinador.

También se puede dar en los movimientos la combinación de los dos agarres, que se llama agarre alternativo, utilizado por los levantadores de peso muerto pesado y el agarre neutral en donde ambas palmas quedan una enfrente de la otra, como en la flexión de brazo martillo.

Hacer pequeños cambios, como modificar la empuñadura de la mano o la distancia entre las manos en una dominada, puede lograr golpear otras fibras musculares, aumentando el alcance del movimiento.

En el caso de ejecutar una flexión de brazos con mancuernas, cuando se ejecuta con un agarre supinador, se activa directamente el músculo de los bíceps, pero si cambia a la empuñadura neutral, el movimiento se concentra en el braquial.

Al emplearse el mismo movimiento, pero con una empuñadura pronada, el ejercicio activará el braquiorradial.

Añada cambios en su rutina


Si al hacer un ejercicio al menos cuatro semanas, y no nota algún avance, entonces intente modificar la empuñadura con la cual venía desenvolviendo el movimiento.

En el caso que se encuentre haciendo dominadas con agarre supinado, y no siente una activación muscular, entonces intente intercambiar por una dominada clásica, que ayuda a extraer los bíceps y se esfuerza los músculos de la espalda.

Al realizar por ejemplo una flexión de brazo con mancuernas y sienta que no logra aumentar la fuerza, entonces sustituya el movimiento por una flexión de brazo martillo, que aumenta la activación del braquial y los flexores del codo.

Cuando hace el remo de barra con agarre pronado por un tiempo, y ya no siente como golpea los músculos, entonces intercambie por el remo de barra con agarre supinado, intensificando la tensión que ejerce la carga, debido a que emplean de mayor forma los bíceps y así poder obtener mayor fuerza en los brazos.

Si está pasando por una etapa de estancamiento en su entrenamiento la mejor opción a intentar la diferencia entre el agarre de pronación y agarre de supinación, pero no lo utilice en caso de que realice levantamientos olímpicos, porque eso ya es otro tema.

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