Los hidratos de carbono por la noche

Bien sea por desconocimiento o por hacer caso de lo que muchos dicen, existen personas que tienden a evitar tomar carbohidratos por la noche, convirtiéndolo en una costumbre muy utilizada, especialmente por deportistas de todo el mundo. Según se dice, ingerir los hidratos de carbono por la noche al ir a dormir, la energía no se utiliza y sólo se acumula como grasa ¿mito o realidad?

Además, hay personas que recién inician en el mundo del fitness y gracias a muchos mitos, pueden ver cómo sus resultados nunca aparecen. En este caso, la creencia de que los hidratos de carbono y frutas por la noche engordan o perjudican a la salud, viene de tiempos remotos, donde la lógica se utilizaba sin tener en cuenta la ciencia, pensándose que, al ser los carbohidratos una fuente de energía (glucógeno) si esta energía no era utilizada, automáticamente se transformaba en reserva (grasa).

Se pensaba que debido a que la cena es la última comida del día, al irte a dormir después y no hacer ningún tipo de ejercicio, esa energía se debía almacenar a como diese lugar en forma de grasa para utilizarla en un futuro. La realidad es que el peso se puede perder de forma inteligente o no tanto, pudiendo bajar sólo grasa, grasa y músculo o sólo músculo.

Déficit calórico para bajar grasa

Para que la pérdida de peso tienda a ser lo más perfecta posible, alejándote de la pérdida de músculo en lo posible, lo interesante es conocer cuánto y cuándo debes meter los diferentes carbohidratos. Sin embargo, si hay un déficit calórico, puedes perder grasa, aunque sólo comas una vez antes de irte a dormir.

La lógica utilizada anteriormente, en realidad no tenía ningún sentido. En realidad, el cuerpo no tiene un reloj para controlar la hora y saber si transformar el carbohidrato en grasa según la hora. El cuerpo depende de lo que se haya ingerido en todo el día. En este caso, es conveniente aclarar que los hidratos de carbono por la noche no engordan, sino que se trata de un mito; además, todo depende del consumo total de calorías del día, pues si éste es superior al que tu cuerpo necesita, lógicamente tu cuerpo aumentará de peso.

Reserva de glucógeno

Es importante tener algo muy claro, pues el cuerpo no sólo almacena energía en forma de grasa, sino también lo hace en forma de glucógeno para poder utilizarlo como fuente de energía para los ejercicios más exigentes e intensos, además de ser la energía preferente casi siempre. Esta reserva de glucógeno son los músculos y el hígado, principalmente, y es evidente que es limitado. Aunque cuanto más músculo tengas, mayor puede ser el glucógeno que esté de reserva en el organismo.

Esto quiere decir que si durante todo el día tu ingesta de carbohidratos ha sido baja, tus reservas de glucógeno estarán bajas, además que, al entrenar o la simple actividad cotidiana, la habrán reducido en cierta forma.

Así que, si llegas a la noche e ingieres una determinada cantidad de carbohidratos, estos no necesariamente se acumularán como grasa, ya que lo primero que se produce es la recarga de las reservas de glucógeno.