La celiaquía es un proceso frecuente autoinmune y con afectación sistémica, siendo una enfermedad que presenta un origen producto de una intolerancia permanente al gluten, por lo que un paciente celíaco debe evitar la ingesta del mismo. En este sentido, tras iniciar una dieta para celíacos, libre de gluten, algunos celíacos tienen dificultades para recuperar el peso perdido, mientras que otros pueden subir de peso más fácilmente. Esto sucede porque el intestino empieza a recuperarse tras el daño producido por el gluten y la absorción de nutrientes tiende a normalizarse.
Además, el apetito se incrementa debido a que las personas empiezan a sentirse mucho mejor. Después de un tiempo, el peso se estabiliza gracias a que el cuerpo termina por adaptarse al cambio de la dieta, y algunos pueden aumentarlo incluso pudiendo llegar a tener exceso de peso. Por esto, los celíacos necesitan mantener una dieta balanceada y un peso saludable, al igual que el resto de personas. Asimismo, las recomendaciones en alimentación para un paciente celíaco, suelen ser semejantes a las de personas que no presentan este problema, con la diferencia de que la dieta no debe contener gluten.
Prefiere alimentos ricos en carbohidratos y libres de gluten
Este tipo de alimentos proporcionan una buena dosis de energía y, cuando son integrales, aportan más vitaminas, minerales y fibra dietética. Entre estos alimentos ricos en carbohidratos y libres de gluten podemos mencionar:
- Arroz.
- Papas.
- Polenta (sin contaminación con gluten).
- Quinoa (sin contaminación con gluten).
- Leguminosas (porotos, lentejas, arvejas).
- Mezclas de harinas libres de gluten (arroz, maíz, papa, mandioca).
- Fideos y pastas libre de gluten.
- Pan libre de gluten.
La fibra dietética contribuye a un intestino saludable, así como a controlar los niveles de colesterol en sangre. Por esto, es importante que consumas sólo ocasionalmente los productos elaborados a base de harinas sin gluten y que agreguen mucha grasa o sal a su preparación. De esta forma, además de cuidar tu presión arterial, podrás controlar el nivel de colesterol sanguíneo y limitar el aporte excesivo de calorías.
Reduce la ingesta de grasas al día
La grasa contiene más del doble de calorías que las proteínas y los carbohidratos. Además, existen diferentes tipos de grasa en al dieta, todas aportan la misma cantidad de calorías, pero producen diferentes efectos en el organismo.
Grasas saturadas
Éstas se encuentran en productos de origen animal como mantequilla, crema de leche, embutidos y yema de huevo. También se encuentra como grasa oculta, contenida en alimentos de consumo frecuente y que no se asocian con un alto contenido de grasa como los pasteles, galletas, queques, helados.
Grasas monoinsaturadas
Las grasas monoinsaturadas se encuentran en alimentos de origen aminal y vegetal. En general, son líquidos a temperatura ambiente que son aportados a través de alimentos como el aceite de oliva, canola o raps, maní, nueces, entre otros.
Grasas poliinsaturadas
Los principales alimentos que aportan grasas poliinsaturadas son el aceite de maíz, maravilla y soja. En las grasas de pescados y mariscos se encuentra una variedad de grasa poliinsaturada conocida como ácidos grasos omega 3, que se caracterizan por su función antiinflamatoria y protectora cardiovascular.
Grasas trans
Los aceites vegetales y aceites marinos, se encuentran en forma líquida en su estado natural, pero al ser sometidas a un proceso de hidrogenación, pasan a un estado sólido. Este proceso evita que se enrancien, es decir, que se limita su oxidación.
En general, la dieta para celíacos conlleva una serie de hábitos saludables que toda persona debiese llevar, por lo que lo más recomendable en estos casos, es consultar con el médico o nutricionista, además de realizar alguna actividad física de forma regular.
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