La glucosamina y condroitina son sustancias que se producen naturalmente en el cuerpo, aunque también pueden ser obtenidas de otras fuentes, como en el caso de la condroitina o sulfato de condroitina utilizado para los complementos que se deriva del cartílago de animales de granja (cerdo, ternera) o del cartílago de peces cartilaginosos como los tiburones; por su parte, la glucosamina es producida por la hidrólisis ácida de las conchas de langosta, cangrejo, camarón o gamba, comercializándose en una serie de formas químicas ligeramente diferentes, especialmente dependiendo del ácido utilizado para la hidrólisis de las conchas.
Asimismo, podemos decir a grandes rasgos, que la glucosamina es un aminosacárido que cumple con un papel fundamental en la formación y reparación de cartílagos. Mientras que el sulfato de condroitina forma parte de una molécula proteica grande (proteoglicano) que proporciona elasticidad al cartílago.
Para qué se usa la glucosamina y condroitina
Los suplementos que combinan glucosamina y condroitina suelen utilizarse para tratar la osteoartritis (OA) en caballos y perros durante muchos años, aunque en Europa, la glucosamina y el sulfato de condroitina se han utilizado para tratar la osteoartritis en humanos desde la década de 1980. Aunque es necesario aclarar que estos suplementos aún no han sido estudiados como tratamiento de otras formas de artritis o enfermedades asociadas, como la artritis reumatoide o la gota, o como tratamiento de otras causas de dolor como las fracturas por esfuerzo, por ejemplo.
Qué hacen los suplementos de glucosamina y condroitina
Según estudios realizados, principalmente, en Europa, algunas personas con osteoartritis leve a moderada que tomaron glucosamina o sulfato de condroitina pudieron evidenciar cierto grado de alivio del dolor, así como un mejor funcionamiento de la articulación. Los informes señalan que estos suplementos ayudan a aliviar el dolor de forma similar a los AINE como la aspirina, el ibuprofeno y el sodio de naproxeno.
Cómo tomar los suplementos de glucosamina y condroitina
Si decides utilizar este tipo de suplementos, es importante mencionar que los expertos recomiendan tomar la cantidad utilizada en la mayoría de los estudios clínicos, es decir:
- Glucosamina: 1.500 mg por día.
- Condroitina: 1.200 mg por día.
Si estas dosis alivian los síntomas, es preferible disminuir la cantidad gradualmente tras unos meses. Cabe mencionar que, generalmente, se recomienda tomar la glucosamina y el sulfato de condroitina juntos, aunque a ciencia cierta no se sabe si su combinación surte mejores efectos que el uso de forma individual de cada sustancia.
Asimismo, es necesario planificar el consumo de los suplementos junto con los medicamentos que tomas actualmente durante 6 a 8 semanas. Si el dolor disminuye, puedes consultar al médico sobre la posibilidad de disminuir o interrumpir otros medicamentos durante algún tiempo, sobre todo para verificar si hay algún cambio en los niveles de dolor y rigidez.
Si tras 4 a 6 meses no sientes ningún cambio en los síntomas, lo más probable es que estos suplementos no puedan proporcionarte ningún alivio. Algunas personas pueden experimentar este alivio de forma parcial con el uso de los suplementos, pero posiblemente deban seguir tomando los medicamentos para aun alivio completo.
Existen efectos secundarios de la glucosamina y condroitina
Así como la glucosamina, el sulfato de condroitina puede presentar algunos efectos secundarios como aumento de gas intestinal y deposiciones más blandas.
Aún es necesario realizar más estudios para confirmar la seguridad y eficacia de estos suplementos, por lo que antes de tomarlos, es necesario que consultes a un médico. Además, si notas algún síntoma nuevo o inusual al tomar estos suplementos, también debes hacerlo saber al médico.
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