El running es un deporte de impacto, donde en cada zancada que das en una carrera, todo tu cuerpo sufre un impacto, sobre todo áreas como los pies, las piernas, la columna, entre otras. Además, en este tipo de deporte tus pies están propensos a sufrir determinadas lesiones, especialmente si no eliges el calzado adecuado según el terreno por donde desees correr. En este sentido, es importante conocer si tienes un pie pronador, supinador o neutro.
Durante la carrera te encuentras con tres fases, primero una de impacto donde el talón choca con el suelo, la segunda de apoyo con la planta del pie que hace contacto con el suelo, y la tercera fase es la impulsión, donde los dedos realizan el desplazamiento. En este caso, la pronación se produce cuando en la segunda fase, el pie se hunde hacia dentro; la supinación es la reacción contraria, hundimiento hacia el exterior; y la pisada neutra es donde no hay ningún hundimiento del pie.
Asimismo, el terreno donde corres juega un papel muy importante, donde el mejor, en lo referente a la absorción del impacto, es la tierra de los parques. Las calles y aceras son terrenos duros, por lo que tienden a no absorber muy bien el impacto, por esto también es muy importante utilizar un calzado adecuado. Además, la playa y la arena representan un terreno demasiado blando, donde el impacto se absorbe de sobremanera, pero se pierde estabilidad, pudiéndose ocasionar lesiones en tobillos y rodillas.
Calzado adecuado para pie pronador, supinador o neutro
Las zapatillas ideales deben ser capaces de amortiguar adecuadamente los impactos, proporcionar estabilidad, sujeción y sobre todo, deben adaptarse a tu forma de correr. En muchas ocasiones, sucede que mientras utilizas las zapatillas, comienzan a aparecer ciertas molestias e incluso lesiones, por una mala elección de las mismas. Aunque también es importante tomar en cuenta la vida útil de las zapatillas; pasado este tiempo, el comportamiento de los materiales no es el mismo.
El calzado adecuado no debe quedar ni muy ajustado ni demasiado holgado de tus pies, aproximadamente debe sobrar como medio centímetro entre el dedo más largo y la puntera. Si la zapatilla queda grande, puede ocasionarse desplazamientos que provocan problemas de uñas, falta de estabilidad e impulsión, recalentamiento.
Otro aspecto muy importante y al que suele prestarse poca atención, es al tipo de atadura que se realiza a las zapatillas de running. Según la altura de tu empeine, puedes aprovechar de mejor forma un tipo de atadura u otro; por ejemplo, en escalera, cruzados por fuera, cruzados por dentro, saltando algunos ojetes de forma que las zapatillas sujeten el pie correctamente, sin causar presiones indebidas.
Recuerda nunca acudir con prisa a comprar tus zapatillas de running, es necesario elegir un día en el que dispongas del tiempo suficiente para una mejor elección. En primer lugar, debes explicar al vendedor todo lo que aquí te hemos presentado, pero también déjate asesorar por el mismo, y luego, no dudes en probarte un modelo tras otro, hasta encontrar el calzado más cómodo y adecuado según tus necesidades.
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