Un esguince es una de las lesiones más frecuentes en diversas actividades físicas, específicamente hablando de una lesión de los ligamentos que sujetan el tobillo. Esta lesión puede ser incompleta y microscópica como en el caso del esguince de tobillo grado 1, incompleta o macroscópica como el esguince de grado 2, o una lesión completa del ligamento con un esguince de grado 3. En cualquiera de los casos, los ligamentos que suelen ser más afectados son los ligamentos que unen al peroné con el astrágalo y al calcáneo, es decir, los ligamentos peroneoastragalinos anterior y posterior, y peroneo-calcaneo.
Asimismo, el diagnóstico para un esguince lo realiza el traumatólogo mediante un examen físico e interrogatorio, generalmente con la ayuda de estudios de RX. En un esguince suele apreciarse el aumento de volumen y las manchas de sangre denominadas equimosis. También es importante descartar la presencia de una fractura de tobillo. Para esto, el médico puede utilizar un método de diagnóstico conocido como las Reglas de Ottawa.
Qué es un esguince de tobillo grado 1
Un esguince grado 1 es ocasionado por sobre estiramiento del ligamento, produciendo una leve hinchazón en la zona afectada. El tiempo que toma su recuperación es relativamente corto, si bien debe tenerse en cuenta, para establecer este intervalo, la actividad desarrollada por el individuo. En este sentido, la duración del mismo puede estimarse entre 10 y 20 días. En el esguince de grado 1 no hay laxitud articular asociada, el ligamento únicamente sufre una distención y si llegase a producir desgarro, no afecta a más del 5% del ligamento.
Tratamiento del esguince de tobillo grado 1
Para el tratamiento de un esguince de tobillo grado 1, puedes hacerlo a través de sesiones de hielo en la zona, de poco tiempo cada 2 horas 20 minutos de hielo. Toma en cuenta que no debes aplicar el hielo directamente sobre la piel, pues pudiese crear ciertas quemaduras; en cambio, se recomienda poner un paño o gasa para evitar dichas quemaduras, incluso, existen bolsas especiales para ello.
Mantén la pierna en alto, aplicando un antiinflamatorio tipo Voltaren, Flogoprofen, entre otros, aunque en el caso del último, suele ser el antiinflamatorio que mejor se absorbe a nivel tópico.
Luego de una semana de recuperación, donde conviene no forzar el ligamento del tobillo, puedes comenzar a realizar algunos ejercicios de estimulación propioceptiva; por ejemplo, subirte encima de dos o tres cojines con el pie lesionado encima del cojín y con la otra pierna al aire, haciendo equilibrios.
También se recomienda, sobre todo para gente propensa a sufrir esguinces de tobillo, realizar un estudio informatizado de la marcha, debido a que el origen de muchos esguinces se relaciona con una deformidad del antepié.
De esta forma, puedes colocar una plantilla hecha a medida para compensar la deformidad del antepié, lo que hará que el pie trabaje en su posición neutra, que es una posición óptima para un mejor rendimiento, reduciendo el estrés del mismo. Cabe destacar que es importante que la plantilla pueda proporcionarte una mayor estabilidad en supinación y pronación; de esta forma, podrás comprar después una zapatilla neutra si realizas ejercicios.
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