Riboflavina: qué es y para qué sirve

La vitamina B2 o riboflavina, pertenece al complejo de vitaminas B y de las vitaminas hidrosolubles. El nombre de la riboflavina, proviene del latín flavus, que significa amarillo, color característico de la misma. Esta vitamina es absorbida fácilmente, y las pequeñas cantidades que se encuentran en el organismo, son depositadas en el hígado y riñón.

Además, la vitamina B2 es eliminada por medio de la orina, según la cantidad que se haya ingerido. La riboflavina mantiene en buen estado las membranas mucosas del sistema respiratorio, siendo esencial para los tejidos oculares y dérmicos. La cantidad máxima que puedes obtener, es de 100 mg, que no alcanzan los niveles megavitamínicos. Por lo general, las tabletas o suplementos de riboflavina, contienen 5 mg.

Funciones de la riboflavina

La riboflavina cuenta con varias funciones en el organismo, donde algunas de las siguientes son las más importantes:

• Influye en la transformación de los alimentos en energía, donde la vitamina es esencial para la producción de enzimas tiroideas, que intervienen en este proceso.
• La riboflavina atenúa el ansia de azúcar.
• Mejora la visión, especialmente en personas mayores.
• Contribuye en el crecimiento y la reproducción.
• La riboflavina o vitamina B2, es un nutriente fundamental para los tejidos oculares y dérmicos.
• Interviene en la regeneración de los tejidos del organismo (cabello, uñas, piel).
• Contribuye en la eliminación de dolores como: dolor de boca, lengua y labios.
• Contribuye con determinadas enzimas en la utilización del oxígeno celular.
• Mantiene el buen estado de las células del sistema nervioso.
• Contribuye en la producción de glóbulos rojos, junto a otras vitaminas del complejo B, así como en conjunto con la niacina y piridoxina, mantiene al sistema inmune en perfectas condiciones.
• Funciona como un excelente complemento en la actividad antioxidante desarrollada por la vitamina E.
• Es fundamental para el revestimiento del tracto digestivo.

Efectos del déficit de riboflavina

• Labios resecos y agrietados.
• Problemas dermatológicos.
• Retardo de crecimiento y vascularización del limbo de la córnea.
• Fotofobia.
• Trastornos nerviosos.
• Grietas y ulceraciones en labios, boca y lengua.
• Alteraciones y lesiones en órganos genitales.
• Alteraciones gastrointestinales.
• Trastornos oculares como opacidad corneal o cataratas lenticulares.
• Cicatrización lenta.
• Fatiga y debilidad.
• Anemia.
• Piel aceitosa, grietas en la piel.
• Ojos inflamados y rojizos.
• Lengua inflamada.
• Trastornos del revestimiento de la mucosa gástrica.
• Trastornos del riñón.
• Trastornos del hígado.

Causas de la deficiencia de riboflavina

• Diabetes.
• Hipertiroidismo.
• Exceso de actividad física.
• Estados febriles prolongados.
• Calor intenso.
• Periodo de embarazo y lactancia.
• Estrés.
• Mala absorción intestinal.
• Consumo exagerado de alcohol y tabaco.
• Consumo desmedido de medicamentos como: sulfamidas, antibióticos, ansiolíticos, antidepresivos, anticonceptivos, estrógenos.
• Ausencia de lácteos en la dieta cotidiana.
• Dietas vegetarianas de baja o nula ingesta de carnes, pescados y huevos.
• Sustancias alcalinas.
• Infecciones gastrointestinales.
• Valores normales de riboflavina

Valores normales de riboflavina

Pese a que los valores normales de riboflavina pueden variar según cada laboratorio, lo más recomendable es consultar con el médico acerca del significado de los resultados específicos de tu examen. Sin embargo, entre los valores normales de vitamina B2 en la sangre, pueden ser comprendidos entre 75 y 150 µg/l.

Toxicidad

Debido a que la riboflavina es una vitamina soluble, es poco probable notar un exceso en el organismo, pues se elimina por medio de la orina. Sin embargo, cuando se consume la vitamina en grandes cantidades, la orina presenta un color amarillento, aunque aún no se han presentado reportes sobre efectos adversos de la ingesta excesiva de riboflavina. En caso de altas dosis de riboflavina, pueden presentarse algunos síntomas como:

• Picazón.
• Entumecimiento.
• Sensación de quemazón.
• Sensibilidad a la luz solar.
• Empeoramiento de síntomas de la enfermedad.
• Diarrea.
• Aumento en la cantidad de orina.